Un árbol es como una fábrica bioquímica autónoma que utiliza la energía del sol para convertirla en bióxido de carbono y agua para convertila en glucosa y oxígeno. Este proceso, llamado fotosíntesis, es el proceso más importante en la tierra para sostener a la vida. Los árboles están hechos de diferente tipos de células. La fotosíntesis toma lugar en organelos llamados cloroplastos.

La ecuación química para la fotosíntesis es: 6H2O (agua) + 6CO2 (bióxido de carbono) + luz solar→ C6H12O6 (glucosa) + 6O2 (oxígeno).

Puedes hacer fotosíntesis? Coloca el agua y el bióxido de carbono en el lugar correcto y observa que ocurre! Este modelo celular te permite ver de cerca la estructura de la madera

La estructura celular de un árbol

Los tejidos fotosintéticos en las hojas y acículas y el tejido de almacenamiento en las semillas son todos tejidos vivientes donde las funciones vitales de una planta toman lugar. Agua y nutrientes son transportados atravez de tejidos conductores lignificados; en coníferas estos tejidos son llamados traqueidas y en árboles caducifolios son llamados vasos o traqueas. Los tejidos que cubren y protegen las hojas, tallo y raíces, también conducen bióxido de carbono, oxígeno y agua a los tejidos internos del árbol o planta. Las células parenquímaticas en los canales de resina de las coníferas, por ejemplo, forman tejidos secretorios. El crecimiento longitudinal de un árbol toma lugar en los meristemos primarios y secundarios (en tallo y raíz), mientras que su crecimiento en volumen y grosor ocurren en la capa llamada cámbium (entre la corteza y el leño).

La celulosa es el componente estructural de las membranas celulares de la madera. La lignina rellena los espacios en las membranas celulares, funciona como adhesivo entre las fibras y les da es aspecto de madera a la pared celular. Además de la lignina, la hemicelulosa es otro “relleno” encontrado en la membrana celular, que le proporciona dureza a toda la estructura. La madera también contiene varios extractos. Las células de los árboles caducifolios y las de los de coníferas son distintas en forma y orden, por ejemplo. Esto produce las variaciones que vemos entre especies y sus características.